La escasez de nafta y gasoilen todo el país tiene sus razones en el atraso de los valores al surtidor contra la inflación, de 38 puntos porcentuales, y la falta de dólares. Las estaciones de servicio venden por cupos de hasta $10.000, mientras otras cerraron al público. Ante esta situación, el Gobierno apuró la importación de 10 barcos de combustible y atribuyó a un efecto “psicosis” al comportamiento de los consumidores en las últimas horas.
Así lo consideró la secretaria de Energía, Flavia Royón, quien buscó llevar tranquilidad: “No hay un faltante estructural de combustibles”, remarcó. La funcionaria encabezó el viernes una reunión con las principales operadoras y prometió, además, terminar con las paradas técnicas en los próximos diez días para aumentar la capacidad de las principales refinerías del país.
“En los próximos días, con los barcos que lleguen, se normalizará la situación. Se instaló una psicosis en medio del clima electoral y muchos salieron a stockearse”, enfatizó Royón en declaraciones a radio 10.