El ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, encabezó una reunión informativa de la Comisión de Educación, presidida por la diputada Blanca Osuna (FdT), junto a otros funcionarios de su gabinete.
El objetivo fue introducir los lineamientos del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo que establece “un aumento de la inversión anual durante un plazo de siete años desde un piso del 6% hasta alcanzar, en 2030, el 8% del Producto Bruto Interno (PBI)”.
El texto busca implementar un Sistema Nacional de Evaluación que incluya operativos estandarizados y educación formativa, junto con la evaluación de programas educativos, el monitoreo del financiamiento a la educación por parte del Estado; y fija un ciclo lectivo anual mínimo de 190 días efectivos de clase para los establecimientos educativos de todo el país.
Al inicio de su exposición, el ministro de Educación manifestó que “somos defensores de la educación pública y queremos cuidarla y defenderla, por eso creemos que hay que mejorarla y transformarla”.
“Queremos defender la obligatoriedad de la escuela, el responsable de esa obligatoriedad son las familias, es el Estado y la sociedad”, dijo.
En ese sentido, Perczyk explicó que esta ley toma antecedentes de proyectos en discusión, pero también se basa en la anterior Ley de Financiamiento Educativo, que “fue un éxito para la Argentina”.
“Ha conseguido que el 98% de los chicos vayan al jardín en la sala de 5, antes de la Ley era del 75%. Lo logró en provincias donde el mapa político está pintado de diversos colores, por eso, es algo que Argentina logró”, indicó el titular de la cartera educativa.
Entre los objetivos de la nueva norma, manifestó que una de las primeras metas “tiene que ver con los 190 días de clase”. “Hay que comenzar un ciclo de alfabetización entre el nivel inicial y el primer ciclo de la escuela primaria, eso es algo que la ley quiere asegurar”, dijo.
En cuanto la escuela secundaria, Perczyk dijo que “hay que fortalecer los vínculos con el mundo del trabajo: estamos proponiendo incorporar programación y robótica en el segundo ciclo del secundario, también creemos que, para que sea exitoso, hay que reforzar lengua y matemática”.
Además, se refirió a “una oferta de educación profesional secundaria, de cuatro años, con cuatro áreas curriculares, que tiene 800 horas de formación profesional, para que los chicos salgan de la escuela secundaria con su titulo secundario y su título técnico”. “En términos productivos y de desarrollo social es fundamental para la Argentina”, aseveró.
Al mismo tiempo, el ministro dijo que la nueva norma plantea “cumplir con todos los objetivos de la ley de Educación Sexual Integral (ESI)” y se propone recuperar “un 5,3% de nuestros pibes que no va a la escuela secundaria y que tenemos que hacer todos los esfuerzos para recuperar”.
En cuanto a las universidades, se refirió a la implementación de aulas hibridas, equipos de bio-simulación para profesionales de la salud y conectividad, que “requiere una inversión muy importante”.
Dijo también que se busca crear carreras cortas y técnicas, con salida laboral, y nuevas universidades.
“Esta ley requiere de un esfuerzo. En el crecimiento de la inversión hace un esfuerzo más grande la Nación y divide 6,5% de la inversión destinado a la educación obligatoria y 1,5% a la universidad pública”, explicó, en función del 8% de inversión del PBI que propone el texto.
“La manera de combatir la pobreza y la desigualdad es la educación y eso requiere inversión. Y este país quiere mejorar y expandir la educación. Esta es una ley que plantea el esfuerzo que creemos y podemos hacer”, concluyó.
Junto al ministro, estuvieron presente Silvina Gvirtz, secretaria de Educación en el ministerio de Educación de la Nación; Germán Lodola, secretario de Evaluación e Información Educativa; Oscar Alpa, secretario de Políticas Universitarias; Andrea García, secretaria de Cooperación Educativa y Acciones Prioritarias, entre otros funcionarios.