Fernando Sabag Montiel protagonizó una declaración que captó la atención de todos los presentes en la Sala AMIA de Comodoro Py.
Desde el inicio de su intervención, Montiel buscó separar las responsabilidades al afirmar: «Yo quería matar a Cristina y Brenda quería verla muerta». Esta declaración contundente intentó distanciar a su expareja, Brenda Uliarte, del plan para atentar contra la ex presidenta, aunque reconoció el deseo compartido de ver a Kirchner fallecida.
Por el lado de Uliarte, sus abogados pidieron la suspensión del juicio, al señalar que no habían podido reunirse con la imputada en privado, ya que denunció que eran grabados por el Servicio Penitenciario Federal (SPF).
En tanto, la defensa de Carrizo cuestionó la composición del tribunal y evaluó que era juicio que debía ser por jurados.
Los principales acusados, Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo, enfrentan cargos graves que incluyen tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego.
Sabag Montiel, quien intentó disparar a quemarropa contra Kirchner, es considerado el autor material del ataque.
El juicio continuará con la participación de cerca de 230 testigos, incluyendo a la propia Cristina Kirchner después de la feria judicial de julio. La presencia de la ex vicepresidenta será crucial para la reconstrucción de los hechos y la determinación de las responsabilidades correspondientes en este caso que ha generado gran interés mediático y judicial en Argentina.