Con un discurso en el que determinó los objetivos de su plan de gobierno para los próximos cuatro años de su mandato, la máxima autoridad del Departamento Ejecutivo de San Isidro encabezó la apertura oficial de las sesiones ordinarias del legislativo local ante concejales y funcionarios.
«A pesar del enorme esfuerzo que estamos haciendo para poder conformar un sistema de seguridad municipal eficiente, va a llevar tiempo recomponer años de desidia y negligencia».
En cuanto a la herencia, dijo: «En cada lugar que miramos, encontramos falta de planificación, de información, de orden, de personal o de criterios. En una palabra, encontramos un municipio estancado. Honestamente, no esperábamos este nivel de abandono».
En relación a la situación económica de San Isidro, el intendente precisó que durante el año pasado el AB aumentó 85%, mientras que la inflación alcanzó el 211%. «Esta brusca caída del valor real de la recaudación, nos dejó a las cuentas públicas en una situación muy comprometida», expuso.
“Iniciamos la gestión con una situación de cuentas públicas muy comprometida”, denunció Lanús. Explicó que “en 2023 la inflación de 211 por ciento, y el ABL, que es el ingreso más importante del Municipio, se ajustó 85 por ciento”, y en consecuencia, “se retrasó bruscamente el valor de la recaudación”. Asimismo, habló de “una deuda de 8 mil millones de pesos con proveedores”, y de constantes pedidos de redeterminaciones de precios. “La situación de caja solo alcanzaba para pagar los salarios de diciembre”, agregó.
El intendente también criticó el funcionamiento de la estructura del Ejecutivo municipal, señalando la presencia de «desorden» y una «falta de lógica funcional». «Nos hemos encontrado con áreas enteras que carecen de funciones reales y muchas superposiciones. Observamos expedientes que son transportados en remises entre diferentes áreas, lo que genera una inexplicable lentitud en la gestión», detalló.